
La Hiperinflación húngara de 1945-1946: estatismo y dinámicas políticsa
I. Introducción
“(…) se suponía que los oficiales sirviendo en el ejército recibíamos una parte de nuestro salario en la moneda local (…). Cuando la inflación redujo a nada el valor del dinero que recibíamos usé a menudo los billetes de colores como blancos de práctica.” (Moniushko, 2004; pp. 207-213)
El segundo episodio hiperinflacionario en Hungría conforma todo un hecho en sí por el solo rasgo de haber sido el peor episodio hiperinflacionario registrado hasta el momento, en el cual al momento de la estabilización monetaria se llegaron a utilizar números que no habían sido usados más que por la ciencia astronómica (Majoros, 2000; pp.105). Aún así, en la historiografía hispano hablante se le a dado a la misma un rol no más que el de un dato anecdótico, con una importancia marginal en un período tan dinámico y complejo como es la Hungría de la posguerra; más aún cuando nos centramos en el lapso de tiempo que va desde 1945 hasta mediados 1946.
Este trabajo, por lo tanto, apunta a esclarecer qué rol tuvo el proceso hiperinflacionario en Hungría, el cual se extendió desde mediados de 1945 hasta Agosto de 1946, cuando el plan de estabilización pone coto a la espiral inflacionaria; en las dinámicas políticas dentro del mismo Estado, centrándonos sobre todo en las áreas gubernamentales, partidarias y electorales1 para así responder a una pregunta que trasciende tanto a este como a otros episodios hiperinflacionarios: ¿Existe algún vínculo entre la expansión del autoritarismo2 dentro de las democracias cuando estas se ven sometidas a dicho fenómeno?
Por otra parte, la elaboración de nuestro artículo, que apunta al análisis histórico, no busca la reivindicación de ningún sistema político o ideología, sí la elaboración de una hipótesis y su subsecuente reivindicación mediante los argumentos que serán expuestos a continuación. Así también, lo veo como una excelente oportunidad para generar un debate en torno a una cuestión que apenas a sido analizada en el campo económico, histórico y sociológico hispanohablante; por lo tanto, y más allá de lo obvio que puedan resultar mis palabras, insto tanto a colegas o aficionados de estas mismas disciplinas a coincidir y/o refutar total o particularmente con mi trabajo y aportar sus propias obras en un tema que apenas ha sido objeto de estudios en este espacio.
II. Aclaraciones conceptuales
Ya dejando de lado nuestra breve introducción resulta necesario avanzar en ciertas cuestiones en torno a los conceptos que serán usados, lo cual se hace imperativo de detallar en profundidad si no queremos dejar ningún cabo suelto en torno a la elaboración y clara presentación de nuestro marco conceptual.
Primero, resulta de gran importancia la relación presente entre nuestro tema y el concepto de “Estado” que lo hacen casi inalienable el uno del otro. Dentro de estas páginas daremos al concepto de Estado una definición tal como la de toda agencia que ejerce un monopolio territorial y jurisdiccional (control compulsivo de la decisión soberana), así como de la imposición fiscal (Hoppe, 2007). Segundo, el concepto de “Democracia” es otro que no puede dejarse de lado debido a la realidad política que encontramos, al menos en teoría, en Hungría dentro del marco temporal antes mencionado, por ende la democracia será entendida como cualquier régimen político que demuestra la relación política entre este mismo Estado y sus ciudadanos a través de la moderación mutua, consultas amplias, iguales y protegidas. (Tilly, 2010).
En tercer lugar se encuentra otro concepto clave dentro de nuestro objeto de estudio como puede ser el de “partido político”, al cual daremos el significado de toda conformación construida en torno a lealtades o ciertos objetivos por parte de los mismos individuos que lo conforman; individuos que participan en procesos electorales competitivos para así poder acceder a cargos públicos de tipo representativos3. Además debemos introducir el concepto de “sistemas de partidos”, que no es ni más ni menos que el conjunto de interacciones competitivas entre estas mismas partes, los cuales pueden tener una forma bipartidista o multipartidista, que será la forma que se desarrolla en Hungría en el comienzo de la posguerra, es decir, un escenario de coaliciones multipartidistas de gran número y heterogeneidad que son producto de largas consultas post electorales determinadas, muchas veces, mediante acuerdos fuera de los procesos electorales (Bartolini, S., Cotta, M., Morlino, L., Panebianco, A., & Pasquino, G. 1998; pp. 217-218).
Por último está el concepto que más extensión requerirá debido al gran debate que gira en torno al mismo, el de “inflación” (y, por lo tanto, de “hiperinflación”). No me adentraré en las razones por las que sostengo mi definición de este concepto debido a que sobrepasaría las páginas de este trabajo, así como también nos desviaría de nuestro objeto de análisis, ergo solo me dedicaré a entender a la inflación desde la perspectiva de la Escuela Austríaca de Economía, como un fenómeno que es consecuencia directa de una expansión de la oferta monetaria más allá de la demanda agregada (Rothbard, 1990). Consecuente, el concepto de hiperinflación seguirá esta misma base, aunque solo llegará a tal una vez que la inflación mensual haya superado del 50% mensual (Cagan, 1956).
III. La hiperinflación y sus consecuencias políticas
Los hechos políticos y partidarios sucedidos en Hungría conforman 1945-1946 no pueden ser estudiados sin entender la situación de Europa Oriental y Central en la posguerra, esto es así debido a qué, como desarrollaremos a continuación, lo ocurrido en este país durante aquellos años no es más que uno de los conflictos tan variados que se articulan en torno a lo que denominamos Guerra Fría. Dentro de un conflicto con tal extensión territorial y temporal es imposible dejar de lado su carácter capilar, es decir, como un conjunto de conflictos dentro de los Estados (desde elecciones hasta guerras civiles), conflictos directos entre los diferentes estados y conflictos de bloques de carácter indirecto. Nuestro caso conforma un conflicto que encaja en torno al enfrentamiento entre la URSS y los Aliados Occidentales (principalmente E.E.U.U. y Gran Bretaña), así como las respectivas zonas de ocupación de cada uno de estos bloques.
Dicho conflicto ya comenzó a manifestarse en sus formas más tempranas una vez que la razón que había dado origen a la alianza existente entre las fuerzas antes mencionadas comenzase a resquebrajarse ante la búsqueda de sus distintos intereses nacionales (Borhi, 2004; pp.47). Por parte de Hungría, así como el resto de Europa Oriental, ocuparía mismo el rol de fuente de recursos para satisfacer las necesidades económicas de la URSS en forma de saqueos, reparaciones y requisas4. Es por lo tanto, de suma importancia el peso casi equitativo de los papeles políticos y económicos de la URSS para su progresiva penetración dentro del espacio europeo oriental, la cual se entiende una vez comprendemos la situación de desventaja económica (debido tanto a la destrucción que había generado la guerra, como del atraso tecnológico de su industria) y política, siendo esta primera la que pavimentó el avance en la parte económica (Borhi, 2004; pp.325-327).
De esta forma, si bien las necesidades económicas de la Unión Soviética tuvieron un rasgo de condición necesaria para que esta pudiese introducir presión en las realidades políticas de cada uno de los Estados que se encontraban ocupados al final del segundo conflicto armado a escala mundial, la parte política no resultó ser un área que podía dejarse olvidada en un espacio europeo altamente heterogéneo respecto a con qué tanto apoyo popular podían contar los distintos partidos políticos comunistas en sus respectivos países. Aquí es donde se pueden reconocer tres contextos partidarios a los que tuvo que adaptar la URSS sus estrategias de sovietización política en sus estados adyacentes y ocupados. Primero se encuentra el grupo de Estados que en el que las fuerzas comunistas contaban con gran apoyo popular y pudieron establecer un monopolio político en un tiempo ínfimo (Yugoslavia y Albania), como segundo grupo están aquellos Estados en los que existía un sistema de partidos que se conformaba en una mezcla entre un monopolio comunista y un cierto multipartidismo (Bulgaria Rumanía y Polonia) y por último, un grupo que corresponde a los Estados en cuyo sistema de partidos existieron ciertas coaliciones de izquierdas por un lado y coaliciones más conservadoras por el otro, desarrollándose entre ellos unas dinámicas fluctuantes (Gibianskii y Naimark, 2004; pp.19-21).
Este último es el grupo en el cual entra Hungría (junto a Checoslovaquia), sin embargo es en esta situación partidaria donde encontramos una realidad bastante particular, lo cual se relaciona la hecho de que es durante este tiempo en el cual, comparativamente al pasado político de Hungría durante el período de entreguerras con ciertas tendencias autoritarias5 para ser luego una república socialista en 1949; aún así es durante este breve lapso de tiempo entre 1945 y 1946 donde el país experimenta su momento de mayor libertad electoral y en cierta forma política (Applebaum, 2012; pp.273).
La misma peculiaridad es explicable una vez entendemos el carácter pragmático de esta postura de la URSS respecto a tolerar o no estas ciertas actividades democráticas en Hungría. Es evidente que un uso de un lenguaje radical y una falta de autocontrol en este sentido hubiese aumentado las tensiones con Occidente y el cese de cooperaciones entre ambos bloques en un contexto en el que, como dijimos anteriormente, la superpotencia soviética se encontraba en desventaja. Dicha estrategía de moderación y penetración política gradual fue también trasladado al mismo MKP (Magyar Kommunista Párt) una vez comenzaron las negociaciones para establecer un gobierno provisional; así como el MKP debió compartir un lugar en el mismo junto a los otros tres partidos principales del momento6 (Borhi, 2004; pp.327-328), los mismos líderes del partido comunista debieron demostrar y transmitir simpatía por una Hungría democrática y soberana ( incluidas garantías de las intenciones de la URSS de respetar lo dicho anteriormente) y un deseo de cooperar con los demás partidos democráticos para combatir los elementos fascistas que habían quedado en el país (Schooley, 1950; pp.8-9). Además de pragmático resulta comprensible la actitud del MKP en los primeros meses de la posguerra si entendemos que muchas veces los elementos autoritarios toman el uso del discurso democrático y pluralista como un medio con el cual garantizar su supervivencia (Maerz, 2019), en el caso de Hungría, la experiencia socialista de 1919 había servido para que el MKP supiese que puntos del discurso debían ser más moderados: Lo cual dio en un partido comunista que, al menos en palabras, restringió sus ataques a la iglesia, tomaron una apariencia de defensa tanto de los intereses nacionales como de la propiedad privada7 (Schooley, 1950).
Sin embargo, es precisamente en el comienzo de la hiperinflación8 a partir de la segunda mitad de 1945 donde las tensiones entre el MKP y el FKGP (el partido de tendencias más liberales y conservadoras del momento) dan progresivamente en un resquebrajamiento del sistema institucional húngaro. Esto se explica mediante varios aspectos que podemos apreciar dentro de las dinámicas políticas que se dan en los primeros meses de la hiperinflación. Como primer punto se puede explicar el comienzo de un proceso de des-insitucionalización y el asentamiento de las bases para el surgimiento del autoritarismo en las mismas dinámicas partidarias que se daban en el momento, lo cual se explica en que períodos de transición hacia el autoritarismo comienzan con la formación de dos coaliciones (en nuestro caso del FKGP frente a una coalición de los partidos de izquierda dirigidas por las figuras del MKP) que no logran imponerse una sobre la otra para lograr un control suficiente de los medios coercitivos del Estado, lo cual puede encontrar una transición definitiva a través de la intervención de un agente extranjero (Bartolini, S., Cotta, M., Morlino, L., Panebianco, A., & Pasquino, G. 1998; pp. 157-161). Si a una coyuntura como tal le sumamos las intervenciones de nuestro agente extranjero (la URSS) recién mencionado y representado se nos hace posible entender el por qué del devenir político de Hungría durante estos años. En este caso el rol de la Unión Soviética será cuanto menos decisivo mediante el uso de recursos indirectos, como la Comisión de Control Aliada (CCA)9, para intervenir en favor del MKP y afianzar la posición del partido dentro de la política local (Borhi, 2004).
Las subsecuentes elecciones en a fines de 1945 y la derrota de los partidos de izquierda en ellas también fueron un factor que significó una sorpresa para los líderes del MKP y un cambio en las relaciones partidarias. A esta de derrota comunista pueden adjudicarse varias razones, dentro de las cuales la economía y la hiperinflación10 jugarían un rol de enorme importancia: La primera fue la incapacidad del MKP para pode formar un único bloque con los principales partidos como había sido el caso de Bulgaria, la incorporación de antiguos fascistas en el MKP y la falta de resultados de las medidas que buscaban mejorar la situación económica (particularmente la hiperinflación) y que habían sido entendidas como una responsabilidad de los elementos comunistas en el gobierno provisional11. Sin embargo pronto los resultados influyeron en la formación del nuevo gobierno de coalición debido a que la URSS utilizó su recurso que habíamos mencionado anteriormente, la CCA, como elemento de presión para poder intervenir y garantizar que los Comunistas obtuviesen puestos de inmensa importancia en el nuevo gobierno (Como el Ministerio del Interior) comparado a su pobre rendimiento electoral (Applebaum, 2004).
Es a partir de aquí cuando, sumado a la intervención de la URSS en los asuntos internos de Hungría, la hiperinflación acabó por alterar parte de la estructura institucional de Hungría. Lo cual se manifiesta en la forma de, por un lado, del uso de la misma para los posteriores discursos del MKP contra las medidas económicas del nuevo gobierno precedido durante el lapso de tiempo que va hasta 1947 por dos importantes figuras del FKGP (Borhi 2004). Por el otro se encuentra la formación de órganos y mecanismos de control económico por parte del MKP que respondían, a veces secretamente, a este mismo y que actuaba en tareas que supuestamente correspondían al poder gubernamental y que serían de suma importancia en los años posteriores a 194612. Así también el exitoso plan de estabilización lanzado en Agosto de 1946 que puso fin a la hiperinflación también tuvo una gran importancia debido a que supuso el logro de uno de los mayores desafíos que enfrentaba el país desde el principio de la posguerra, por lo cual el MKP no dudó en utilizarlo como un recurso de propaganda, un logro que (contrario a la realidad) había sido un logro unicamente de sus miembros. Así también sirvió como un refuerzo para su discurso sobre la necesidad de una economía centralizada y planificada en pos de lograr una verdadera estabilidad económica (Hollósi, 2018; pp. 63-66).
Ahora bien ¿Qué rol tuvo la URSS respecto a la hiperinflación y las dinámicas partidarias? Si bien existen teorías de que el proceso inflacionario fue una obra o parte de un plan de esta superpotencia para poder afianzar su control sobre la economía, la evidencia de los recientes trabajos demuestra lo contrario, esto se debe puede demostrar por el mismo rasgo caótico que tuvo la misma como para tener el más mínimo ápice de planificación (Hartwell, 2010), eso sí, a pesar de no tener planificación alguna, sí fue (como hemos comprobado en lo dicho con anterioridad) altamente capitalizada por ambos bandos en pos de su propio beneficio. Por otra parte, como demostraremos en nuestra conclusión, no es prudente negar el proceso hiperinflacionario fue altamente beneficioso para la Unión Soviética debido a que permitió una mayor centralización de la economía, facilitando la penetración económica de la URSS, la cual para 1947 sería el principal socio económico de Hungría (Borhi, 2004; pp. 327).
En cuanto a las dinámicas políticas en Hungría, es innegable el decisivo rol de la URSS a la hora de intervenir en la situación local, más aún considerando que muchos de los partidos comunistas en Europa Oriental no tenían una sólida y extensa base electoral como para poseer un buen rendimiento en condiciones democráticas, esto se explica en el por qué en todos los estados en los que se desarrollaron elecciones verdaderamente libres (Hungría y Checoslovaquia) los resultados fueron muy desfavorables para los comunistas (Gibianskii y Naimark, 2004). En el caso magiar el MKP poseía una gran voluntad y compromiso por parte de sus líderes, como es el caso de Rákosi, que aún ante los resultados electorales en 1945 logró mantener una postura sólida, al menos en público (Applebaum, 2012; pp.289), es una realidad que la capacidad del partido por sí solo era muy reducida ante la del FKGP; por lo que la intervención soviética jugó un rol de suma importancia como apoyo para que este partido pudiese ocupar lugares de importancia dentro del gobierno provisional formado en 1944 y el posterior gobierno de coalición a partir de las elecciones de 1945. La capacidad de presión de la URSS se hace evidente una vez analizamos los puestos dentro del gobierno por los que esta insistió para que estuviesen ocupados por miembros del MKP, todos ellos puestos que permitían al partido conseguir un control del aparato policial del estado, hecho que abrió la puerta para que los comunistas pudiesen arrestar y erosionar al FKGP (esto sumado a las infiltraciones dentro del partido que generaron una gran confusión en el partido gobernante) mediante el ataque concentrado a las distintas facciones que lo integraban, una estrategia tal habría sido prácticamente imposible sin el apoyo de la URSS (Applebaum, 2012; pp.291)13.
IV. Conclusión: ¿Un fenómeno monetario impulsor de una tendencia estatista?
Ya hemos dejado claro que la hiperinflación tuvo un rol de importancia en el devenir político de Hungría, no siendo solamente un dato de color. Aún así, en el presente apartado extrapolaremos este caso para así poder trasladarlo a la teoría con el objetivo de responder a la pregunta que nos hicimos al principio de este trabajo: ¿Existe una conexión entre las hiperinflaciones y el surguimiento de gobiernos autoritarios? Nuestro caso ha demostrado que las hiperinflaciones no solo poseen una capacidad de gran influencia en el curso de la economía, sino también en el curso de la política. Aquí es necesario destacar los efectos institucionales en cuanto a que los episodios hiperinflacionarios tienden a generar una expansión de las facultades del Estado debido a que, al romper con el sistema de precios, el mismo se ve incapaz de obtener los recursos necesarios que extrae del sector privado mediante impuestos para poder así financiarse, por lo que tiende a expandir o crear nuevas instituciones para lograr una estabilización (este cambio institucional es completamente incontrolable por loas agentes estatales)14, lo cual deviene en una mayor intervención del ente estatal dentro de la economía, el cual es el mismo causante de la hiperinflación a través del despilfarro monetario sin ningún respaldo, siendo por lo tanto una tendencia que acaba por retroalimentarse (Hartwell, 2010; pp.553-536).
Esto no se reduce solamente a los casos previos al fin del patrón oro, si no que puede trasladarse a casos contemporáneos como es el de Venezuela. Por otra parte es imposible pensar en que un proceso hiperinflacionario podría tener una tendencia contraria ya que estos, en el largo plazo, no poseen una fuerza liberadora o democratizadora, sino que al contrario, tiende a permitir el avance de tendencias totalitarias por parte de los Estados (Barrios y Santos, 2019).
Nuestra teoría resulta útil para explicar los distintos casos dados a lo largo de la historia, sobre todo en el siglo XX, donde se ha registrado el mayor número de hiperinflaciones. Tanto Polonia, como Alemania (ambas en el período de entreguerras) e incluso Bolivia en la década de los ´80 son unos pocos casos que confirman la vigencia de la teoría en relación al vínculo existente entre la hiperinflación y el aumento de la intervensión estatal (lo cual a alargo plazo acaba deviniendo en mayor totalitarismo) (Hartwell, 2010; pp.536).
V. Bibliografìa
- Applebaum, A. (2014). El telón de acero: La destrucción de Europa del Este 1944-1956. Debate.
- Bartolini, S., Cotta, M., Morlino, L., Panebianco, A., & Pasquino, G. (1998). Manual de ciencia política. Alianza Editorial.
- Barrios, D. & Santos, M., 2019. Hiperinflación y cambios políticos: Democracia, transiciones en el poder y resultados económicos. In L. Vera & J. Guerra, ed. Inflación e Hiperinflación: Miradas, lecciones y desafíos para Venezuela. Caracas. Caracas: Abediciones (UCAB), pp. 185-20
- Borhi, L. (2004). Hungary in the Cold War, 1945-1956: Between the United States and the Soviet Union. Central European university press.
- Bomberger, W. A., & Makinen, G. E. (1980). Indexation, inflationary finance, and hyperinflation: the 1945-1946 hungarian experience. Journal of Political Economy, 88(3), 550-560.
- Cagan, P. (1956) The monetary dynamics of hyperinflation. In: Friedman, M., Ed., Studies in the Quantity Theory of Money, The University of Chicago Press, Chicago, 25-117.
- Gibianskiĭ, L. I. (2004). The Soviet Union and the establishment of communist regimes in eastern Europe, 1944-1954: A Documentary collection. National Council for Eurasian and East European Research.
- Grossman, P. Z., & Horváth, J. (2000). The dynamics of the Hungarian hyperinflation, 1945-6: A new perspective. Journal of European Economic History, 29(2), 405.
- Hartwell, C. A. (2019). Short waves in Hungary, 1923 and 1946: Persistence, chaos, and (lack of) control. Journal of Economic Behavior & Organization, 163, 532-550.
- Hoppe, H. H. (2007). Monarquía, democracia y orden natural. Empresas políticas, 6(9), 95-102.
- Hollósi, D. J. (2021). The Economic Policy of the Hungarian Communist Party Between 1945 and 1946. Pamięć i Sprawiedliwość, 52-68
- Janos, A. (1981), “The Politics of Backwardness in Hungary: Dependence and Development on the European Periphery, 1825-1945”
- Maerz S. (2019) Simulating pluralism: the language of democracy in hegemonic authoritarianism, Political Research Exchange, 1:1, 1-23
- Majoros, K. R. I. S. Z. T. I. N. A. (2000). István Varga’s Role in the 1946 Hungarian Stabilization. Business Studies, 1, 101-112.
- Moniushko, E. D. (2004). From Leningrad to Hungary: Notes of a Red Army Soldier, 1941-1946. Routledge.
- Mueller, W. (2010). Soviet Policy, Political Parties, and the Preparation for Communist Takeovers in Hungary, Germany, and Austria, 1944-1946. East European Politics and Societies, 24(01), 90-115. 7.
- Rothbard, M. N. (1990). La teoría austriaca del dinero. Revista Libertas, 13
- Schooley, W. E. (1950). Postwar Hungarian Politics, 1944-1947 (Doctoral dissertation).
- Tilly, C. (2010). Democracia (Vol. 306). Ediciones Akal.
-
Aún así resulta importante aclarar que, como demostraremos en el siguiente capítulo de este artículo, no abandonaremos al análisis económico por completo. ↩︎
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Durante el desarrollo del artículo, lo haremos entendiendo al autoritarismo (en su sentido más puro) como un sistema político en el cual se encuentra un limitado pluralismo político, sin una ideología elaborada y carentes de una intensa movilización política (Bartolini, S., Cotta, M., Morlino, L., Panebianco, A., & Pasquino, G. 1998; pp. 131-137). ↩︎
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Estos partidos no deben ser vistos como unos conjuntos estáticos, si no unos que posee una naturaleza y rol altamente flexible en función de las diversas relaciones que establece en su ambiente coyuntural (Bartolini, S., Cotta, M., Morlino, L., Panebianco, A., & Pasquino, G. 1998). ↩︎
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El papel que tuvo la economía en la conformación de lo que luego sería denominado “Bloque del Este” en Europa Oriental no ha recibido la atención que amerita una vez son consultadas las fuentes más recientes, por lo tanto esta será una de los grandes pies sobre los que se construirá el resto del artículo: El “Bloque del Este” como un resultado del imperialismo económico de la URSS (Borhi, 2004; pp.326). ↩︎
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Si bien conservó el sufragio femenino en forma limitada, reconocido durante la República Popular Húngara en 1918, el sistema presente en el Reino de Hungria entre 1920 a 1944 era el de un régimen parlamentario con rasgos restrictivos en el que solamente entre un 26% y un 33% de la población poseía acceso al voto, el cual se encontraba limitado por parcialmente por sexo y edad, así como la ausencia del voto secreto en los distritos rurales, donde se concentraba la mayor parte de la población, por lo cual en este período el fraude no fue una rareza (Janos, 2012). ↩︎
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El FKGP (Független Kisgazda, Földmunkás és Polgári Párt,), el MSZP (Magyar Szocialista Párt,) y el NPP (Nemzeti Parasztpárt). ↩︎
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En rigor de verdad es necesario reconocer también que dicha apariencia democrática tenía parte de su base en el hecho de que Stalin y muchas de las grandes figuras del MKP creían en que la democracia jugaría en su favor (Applebaum, 2012;pp.273-288). ↩︎
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Las causas para la misma pueden encontrarse en el exponencial aumento de la oferta monetaria respecto de la demanda de la misma y el respaldo prácticamente nulo de reservas de oro (Grossman y Hórvath, 2000). ↩︎
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Organismo que supuestamente debía responder a los intereses tanto de los Aliados Occidentales como de la URSS, pero que se encontraba en firme control soviético tanto por razones políticas como geográficas (Borhi, 2004). ↩︎
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Se debe tener en cuenta que ya para Noviembre de ese año la inflación alcanzaba un 435% (Bomberger y Makinen, 1980). ↩︎
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Así también entra el hecho de que muchos de los nuevos “pequeños terratenientes”, que habían surgido de la reciente reforma agraria, encontraban en el FKGP unas tradiciones y medidas más atractivas (Applebaum 2012; pp.313). ↩︎
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Los mejores ejemplos son el Concejo Económico Supremo (Gazdasági Főtanács, GF) y el Departamento de Políticas del Estado (Állampolitikai Osztály, ÀPO). ↩︎
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La falta de apoyos al FKGP también fue un factor clave en el resultado político en Hungría, en su mayoría los aliados Occidentales dejaron a este partido para que opusiera una resistencia en una soledad casi total, no es casualidad que en los estados donde se pudo apreciar un mayor apoyo de los aliados devinieron en un rechazo a la influencia comunista en la política (como es el caso de Austria, donde el apoyo y compromiso aliado fue mucho mayor) o en la división territorial de los mismos estados (siendo Alemania el ejemplo por excelencia) donde la influencia y control de ambos bloques era muy equitativa (Mueller, 2010; pp. 107-108). ↩︎
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La creación del GF y el Ápo son un buen ejemplo de esto. ↩︎